A veces me sorprende lo enormemente fácil y simple que es hacerme feliz. No me refiero a aquellas cosas dulcísimas y hermosas que hace mi novio por mí, o mi mamá cuando me trae un dulce después del trabajo. Me refiero a que en general es bastante fácil hacerme feliz yo misma. Simplemente necesito mantener mi cabeza ocupada. Finalmente descubrí que sólo el sentirme útil me hace olvidar que el 98% de los respiradores de O y expulsadores de CO2 es bien como las pelotas. Y me hace no sentir que el director de mi carrera es un atentado a la ética universitaria. Ni recuerdo que tengo esta "tendencia" (llamemosle así) a creer que todos son amables y buenos y honestos y maduros. Que los problemas de índole bancario-económicos-hipotecarios no son gigantes e insuperables. En fin, me hace olvidar que a veces la vida es complicada color hormiga cuadrillé.
Quizás por eso, y a pesar que tengo vocación de vacacionista bohemia, sólo ahí por marzo encuentro el orden y el equilibrio universal de esta florafauna que es mi cabeza-mente-cuerpo-corazón. Me gusta ir a la Iglesia y sentarme (cuando puedo) a escuchar al Padre Jorge subir al columpio a l gente que no va muy seguido a misa. Me alegra tener tanta confianza con los senior de la parroquia y que me inviten a tomar tecito a sus mesas cuando hay retiros. Me encanta ser su regalona y que me guarden un pancito porque saben "que la Angita siempre tiene un poquito de hambre a todas horas". Me da gusto poder tener mis dedos y mi mente lúcida para escribir aquí (y un par de sitios más) y seguir teniendo la inquietud de comprarme un micrófono para empezar a grabar podcasts. Sobre todo, me alucina todavía tener ideas para terminar de escribir el cuento interminable(s). Me gusta despertar y que la leche esté lista y que mi mente no pare de funcionar y crear.
Estoy buscando cosas nuevas con las que inspirarme. Estoy escuchando ciertos tipos de música que jamás creí que bajaría concientemente a mi pc. Estoy leyendo libros que jamás pensé que leería. Converso con los Hare Krisna en la calle y aunque sigo creyendo que su divina gracia les quiere sacar plata para que los inciados puedan comer gratis en los banquetes vegetarianos; por lo menos ya no creo que son de otro planeta por venderte incienso de flor de loto. Quizás lo más aterrador es que me compré un par de carteras, pero en mi style: de tela y me salieron 2 lucas las dos. Quiero (por primera vez) terminar la carrera por que de verdad tengo planes para el futuro. Por primera vez, quiero formar una familia más allá de mi discurso anti-aborto. Y quiero formarla con el hombre que me ama y que amo, no porque no tenga miedo ahora, sino que porque él vale la pena cualquier riesgo, y descubrí que si quiero equivocarme en la vida, quiero equivocarme con Alonso y no con otro.
Así que aunque para variar el mundo se venga complicado: Aunque tenga que repetir desde hoy dos ramos reprobados, aunque tenga que convertirme en hada madrina para ver de dónde prodeuzco dinero sin sacrificar mis weekends de noviazgo interregional. Aunque tenga un hermano sin brújula y una mamá a la que apoyar. Aunque haya racionamiento energético y aunque tengamos que por una buena vez, trabajar para detener el calentamiento global. Aunque los japoneses nos obliguen a firmar mil veces para que no cacen ballenas. Aunque las FARC logren crear conflictos entre países hermanos. Aunque China no quiera liberar el Tibet y los monjes pacíficos esten ahora luchando por vivir en paz...Aún así, hoy soy feliz y quiero mirar el mundo con optimismo y sobre todo, con valor.
2 comments:
para ser feliz hay ke ser uno
no varios
me falta aún...
saludos!
es re dificil ver las cosas asi en los contextos vitales en lo que estamos todos inmersos: Si no te ajusticia el mundo, una termina aniquilandose solita de la pura presion.
Un besote gigantoso. que te vaya hiper bien.
Ró
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